Thread: El Adios a un Grande....Mario Benedetti

Bueno como muchos sabran, el pasado domingo falleció el autor uruguayo Mario Benedetti, y como no podia ser de otra manera, se me ocurrio hacerle un homenaje, les dejo por aqui algo que me llego por mail, que escribio sabiendose enfermo ... su testamento:

[FONT='Segoe UI','sans-serif']Yo...[/FONT][FONT='Segoe UI','sans-serif'] [/FONT][FONT='Segoe UI','sans-serif']con la salud algo quebrantada[/FONT][FONT='Segoe UI','sans-serif']
[FONT='Segoe UI','sans-serif']y no sé si recuperable, [/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']dejo a mi segunda mujer[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']mis brazos y mis piernas, [/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']en recuerdo de que con[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']unos y con otras la abarqué y la ceñí, [/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']la incorporé a mi territorio,[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']la gocé y logré que me gozara.[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']También le dejo mis rabietas de verdugo [/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']y mis caricias de arrepentido; [/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']mis hoscas vigilias y mis nocturnos de[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']minucioso amador; [/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']la melancolía que me provocan [/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']sus ausencias y el cielo abierto [/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']que acompañan sus regresos;[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']la garantía de saberla dormida a mi lado [/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']y la certeza de que velará mi último sueño.[/FONT][/FONT]

[FONT='Segoe UI','sans-serif']Yo..[/FONT][FONT='Segoe UI','sans-serif']. [/FONT][FONT='Segoe UI','sans-serif']dejo también una canción cadenciosa y pegadiza[/FONT][FONT='Segoe UI','sans-serif']
[FONT='Segoe UI','sans-serif']que mi madre cantaba en la cocina mientras revolvía[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']el dulce de leche casero;[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']dejo un cristal con lluvia [/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']que me ponía alegremente melancólico;[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']dejo un insomnio con luna creciente [/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']y dos estrellas;[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']dejo la campanilla con la que llamaba [/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']a la esquiva buena suerte;[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']dejo una tijerita de acero inoxidable [/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']con la que, a través de los años, [/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']me fui cortando tres o cuatro tipos de bigote;[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']dejo el cenicero de Murano que recogió [/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']sin inmutarse las cenizas de mis frustraciones;[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']dejo todos mis apodos [/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']y mis remordimientos clandestinos;[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']dejo una ficha de ruleta para que alguien [/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']la apueste al treinta y dos; [/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']dejo el relámpago de la memoria[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']que a veces ilumina los baldíos de mi conciencia;[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']dejo el cuaderno tabaré cuadriculado[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']donde fui anotando mis vagos presentimientos;[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']dejo un ejemplar del Quijote en papel [/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']biblia con notas al margen que testimonian [/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']mi aburrida admiración;[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']dejo los gemelos de oro que me regalaron [/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']para mi segunda boda y que nunca estrené pues[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']uso camisas de manga corta;[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']dejo la cadenita de mi pobre perro[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']que murió hace tres años porque [/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']no supo soportar su viudez;[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']dejo un encuadernado ejemplar de la [/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']oda al carajo, única obra maestra del[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']ubicuo bandolero que escribió[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']nuestro himno y el de Paraguay;[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']dejo el antiguo calzador de mango largo[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']que uso en mis temporadas de lumbago;[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']dejo mi valiosa colección de arrugadas expectativas;[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']dejo un cajoncito de cartas recibidas y otro cajoncito[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']con copias de las cartas que no me contestaron;[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']dejo un termómetro enigmático y maravilloso[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']porque siempre nos fue imposible leer en él [/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']la temperatura nuestra de cada día;[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']dejo la acogedora sonrisa de la preciosa [/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']pero intocable mujer de un amigo [/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']que es campeón de karate;[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']dejo el único piojo solitario,[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']anacoreta, que ingresó hace doce años[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']en mi geografía corporal[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']y al que ultimé sin la menor piedad ecologista;[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']dejo un plano muy bonito de Montevideo,[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']recuerdo de una época poscolonial y premoon;[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']dejo mi horóscopo, con sus pronósticos[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']nunca confirmados; dejo un papel secante[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']con la firma (invertida) de un ministro del ramo;[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']dejo un caracol gigante, [/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']recogido en una playa oceánica[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']que antes de expirar me miró [/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']con la tristeza de su odio salado;[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']dejo una antena de TV, que sólo aportó [/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']inéditos fantasmas a mi pantalla;[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']dejo las ojeras de mi hipocondría y[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']los ardides de mi falso olvido;[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']dejo un decilitro de ola atlántica [/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']que guardo en un frasco [/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']verdiazul para que no extrañe;[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']dejo un sueño erótico y su verdad desnuda,[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']por cierto inalcanzable en la arropada vigilia;[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']dejo una bofetada femenina, injusta y perfumada;[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']dejo una patria sin himno ni bandera [/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']pero con cielo y suelo;[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']dejo la culpa que no tuve y la que tuve, [/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']ya que después de todo son mellizas;[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']dejo mi brújula con la advertencia[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']de que el norte es el sur y viceversa;[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']dejo mi calle y su empedrado;[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']dejo mi esquina y su sorpresa;[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']dejo mi puerta con sus cuatro llaves;[/FONT]
[FONT='Segoe UI','sans-serif']dejo mi umbral con tus pisadas tenues;[/FONT][/FONT]

[FONT='Segoe UI','sans-serif']dejo por fin mi dejadez.[/FONT]

[FONT='Segoe UI','sans-serif']Mario Benedetti[/FONT]

Como vi que no quedo bien, aca va de vuelta! perdon!!!

Yo... con la salud algo quebrantada
y no sé si recuperable,
dejo a mi segunda mujer
mis brazos y mis piernas,
en recuerdo de que con
unos y con otras la abarqué y la ceñí,
la incorporé a mi territorio,
la gocé y logré que me gozara.
También le dejo mis rabietas de verdugo
y mis caricias de arrepentido;
mis hoscas vigilias y mis nocturnos de
minucioso amador;
la melancolía que me provocan
sus ausencias y el cielo abierto
que acompañan sus regresos;
la garantía de saberla dormida a mi lado
y la certeza de que velará mi último sueño.
Yo... dejo también una canción cadenciosa y pegadiza
que mi madre cantaba en la cocina mientras revolvía
el dulce de leche casero;
dejo un cristal con lluvia
que me ponía alegremente melancólico;
dejo un insomnio con luna creciente
y dos estrellas;
dejo la campanilla con la que llamaba
a la esquiva buena suerte;
dejo una tijerita de acero inoxidable
con la que, a través de los años,
me fui cortando tres o cuatro tipos de bigote;
dejo el cenicero de Murano que recogió
sin inmutarse las cenizas de mis frustraciones;
dejo todos mis apodos
y mis remordimientos clandestinos;
dejo una ficha de ruleta para que alguien
la apueste al treinta y dos;
dejo el relámpago de la memoria
que a veces ilumina los baldíos de mi conciencia;
dejo el cuaderno tabaré cuadriculado
donde fui anotando mis vagos presentimientos;
dejo un ejemplar del Quijote en papel
biblia con notas al margen que testimonian
mi aburrida admiración;
dejo los gemelos de oro que me regalaron
para mi segunda boda y que nunca estrené pues
uso camisas de manga corta;
dejo la cadenita de mi pobre perro
que murió hace tres años porque
no supo soportar su viudez;
dejo un encuadernado ejemplar de la
oda al carajo, única obra maestra del
ubicuo bandolero que escribió
nuestro himno y el de Paraguay;
dejo el antiguo calzador de mango largo
que uso en mis temporadas de lumbago;
dejo mi valiosa colección de arrugadas expectativas;
dejo un cajoncito de cartas recibidas y otro cajoncito
con copias de las cartas que no me contestaron;
dejo un termómetro enigmático y maravilloso
porque siempre nos fue imposible leer en él
la temperatura nuestra de cada día;
dejo la acogedora sonrisa de la preciosa
pero intocable mujer de un amigo
que es campeón de karate;
dejo el único piojo solitario,
anacoreta, que ingresó hace doce años
en mi geografía corporal
y al que ultimé sin la menor piedad ecologista;
dejo un plano muy bonito de Montevideo,
recuerdo de una época poscolonial y premoon;
dejo mi horóscopo, con sus pronósticos
nunca confirmados; dejo un papel secante
con la firma (invertida) de un ministro del ramo;
dejo un caracol gigante,
recogido en una playa oceánica
que antes de expirar me miró
con la tristeza de su odio salado;
dejo una antena de TV, que sólo aportó
inéditos fantasmas a mi pantalla;
dejo las ojeras de mi hipocondría y
los ardides de mi falso olvido;
dejo un decilitro de ola atlántica
que guardo en un frasco
verdiazul para que no extrañe;
dejo un sueño erótico y su verdad desnuda,
por cierto inalcanzable en la arropada vigilia;
dejo una bofetada femenina, injusta y perfumada;
dejo una patria sin himno ni bandera
pero con cielo y suelo;
dejo la culpa que no tuve y la que tuve,
ya que después de todo son mellizas;
dejo mi brújula con la advertencia
de que el norte es el sur y viceversa;
dejo mi calle y su empedrado;
dejo mi esquina y su sorpresa;
dejo mi puerta con sus cuatro llaves;
dejo mi umbral con tus pisadas tenues;
dejo por fin mi dejadez.

Mario Benedetti