La situación:
Estamos en un cuarto de consulta de un hospital pediátrico. Es la mamá del paciente quien no habla inglés o, dicho de manera más técnica, la persona con inglés limitado. También está la paciente que es adolescente y habla más inglés que español.
Una de las situaciones más confusas se produce cuando los médicos conversan con la paciente adolescente directamente. Muchas veces ocurre que por falta de paciencia o de tiempo, no demoran su mensaje o esperan que el intérprete cumpla su trabajo y siguen adelante con la consulta como si todos entendieran perfectamente inglés o como si el intérprete fuera capaz de seguir toda la conversación en modo “simultáneo”, sin omitir nada. Otra posibilidad para esta situación podría ser que las partes confiaran que el intérprete sea capaz de resumir los detalles de la conversación o aún mejor, más cómodo, interpretar aquellas partes más importantes. Todo esto lo detallado hasta aquí, es una situación bastante común de la que ya se ha hablado probablemente.
Como si todo eso fuera fácil de manejar se produce lo siguiente:
Está presente el médico jefe o “attending” que no habla español y un residente que habla inglés y español fluidamente. Digamos que aunque creció en un país de habla inglesa, su familia habló siempre español en la casa. Su español es muy bueno, pero su experiencia con la lengua se limita a la vida cotidiana. No es que sea poca cosa, pero en el campo de la medicina o de la ciencia en general, no está tan familiarizado y tiende a usar las palabras extraídas directamente del inglés.
Por último, el intérprete está presente en el mismo cuarto.
El residente toma el control de la situación y explica, no interpreta, lo que el médico jefe dice. La madre del paciente se siente cómoda con un médico que hable su lengua y trata casi exclusivamente con él. El attending habla y cuando el intérprete intenta hacer su trabajo, hay veces que el residente no dice nada y otras en que ofrece su propia explicación en español. El intérprete le aclara a la mamá que no puede hacer bien su trabajo debido a las interrupciones pero ella, tal vez intimidada por la situación, opina que no hay problema.
El intérprete podría salir del cuarto mientras aclara que si “me necesitan me avisan”. Podría pedir que la comunicación se maneje de otra manera. Podría quedarse callado y esperar que le indiquen cuando actuar.
De hecho, es mi opinión que no es el intérprete en encargado de juzgar que parte del mensaje debe transmitirse y cual no. Lo mismo, en el caso de un resumen de lo hablado, ¿el intérprete esta calificado para resumir?
La situación es muy confusa. El intérprete piensa: “¿pensarán que no quiero hacer mi trabajo?”… “si el médico que habla inglés no usa palabras médicas y yo si, ¿la paciente y su familia pensarán que soy yo el que no se lo que digo?”
Hasta aquí, he tratado de describir la situación con tanto detalle como es posible. Muchos asuntos...
Ahora, estimados colegas, mi consulta:
¿Alguien ha pasado por esta situación?
¿Alguien ha sabido que haya repercutido en esferas más altas como consecuencia de una situación así?
¿Cómo opinan que se puede solucionar o manejar?