The mainstream church, battered by declining numbers
and a failure to defiantly condemn the crimes and
cruelty of the corporate state, as well as a refusal to
vigorously attack the charlatans of the Christian
right, whose misuse of the Gospel to champion
unfettered capitalism, bigotry and imperialism is
heretical, has become a marginal force in the life of
most Americans, especially the young.
(La iglesia convencional, azotada por una membresía en declinación y el fracaso de no haber condenado condenar de manera deafíante los crímenes y la crueldad del estado empresarial, además de tampoco no atacar tampoco a los charlatanes del derechismo cristiano cuyo uso indebido del evangelio para promover el capitalismo, la intolerancia y el imperialismo sin límites es herético, se ha convertido en una fuerza marginal en las vidas de la mayoría de los estadounidenses, especialmente a los jóvenes.)