Últimamente veo cómo se defenestra el viejo y sabio refrán: "Lo bueno, si breve, dos veces bueno" (y más claro, también).
¿Por qué usar términos artificialmente más largos cuando se puede decir lo mismo con términos de menos sílabas?
Lo "out": reflexión, gobierno, sentimiento, condición, ente, empleo, gesto, emoción, presencia, volumen
Lo "in": reflexividad, gobernabilidad, sentimentalidad, condicionalidad, entidad, empleabilidad, gestualidad, emocionalidad, presencialidad, voluminosidad
Si nos fijamos, todos estos nuevos sustantivos terminan en el sufijo "-dad", casi un nuevo esperanto (una norma artificial para unificar criterios).
¿Es el nuevo esperanto?