Hola amigos. Me gustaria ver si me pueden corregir este texto. De antemano, muchas gracias.
Kant analysing the problem of God, inadvertently pushed aside something crucial: Christ's presence in history. An extraordinary, presence that the world has a sensitive experience and that said “I am the light, truth and life”. But who also is said that did miracles, what in any way must have discouraged, not only to Kant, but to many philosophers to persevere in the word of Christ, because of miracles confuses our supposedly rational mind. Only with advances in recent years, we can see on the horizon, a new almost miraculous world, where miracles are nothing but the product of human development.
All these thinkers neglected an alternative to achieve certainty, the heart alternative - Pascal mode. Can be Jesus of Nazareth truly God, showing with his presence, his existence?
Who awareness that Jesus really is God, not by miracles but by the certainty of his word, has not be necessarily believer in supernatural things but smart, because the word of Christ is light, truth and life. Because love cannot be separated from Christ. And deny love, is refusing to ourselves. We cannot live if we are not accompanied by this feeling.
Who knows that God is love, knows that Christ is God and that he was on Earth with no miracles of means.
With this, what I am saying, isn't that Kant has been wrong in his assessments about that it is impossible through rational knowledge to achieve certainty of these ideas from the pure reason, but there were Other, that with many years in advance, stood to this problem of reason and wanted, with his physical presence and his word (for love to the world) demonstrate the existence of which through the speculative reason is impossible: the presence of love in the universe (God).
From here comes the philosophical significance of Christ. His presence shows who is the true God before we could suspect.
Prove the existence of God, that is to say, of love in the universe as a being in itself, is almost ridiculous. However, Christ shows it with his presence by saying: “I am.” And “I am” is the God who appears to Moses behind of the zarza in flames, as also is who also makes open the waters of the miracle that through that narrow door, not only can pass Moses with his people, but that we can also enter the Kingdom of the intelligence and let us stop once the dark world of riddles.
From
Kant al analizar el problema de Dios, sin querer deja de lado algo de capital importancia: La presencia de Cristo en la historia. Una presencia extraordinaria, de la que el mundo sí tiene una experiencia sensible y que dijo “Yo soy la luz, la verdad y la vida”. Pero, de quien también se dice que hizo milagros, lo que de alguna manera debe haber desalentado, no sólo a Kant, sino a muchos filósofos a perseverar en la palabra de Cristo, porque lo de los milagros confunde a nuestra mente supuestamente racional.
Únicamente con los avances en los últimos años, podemos ver en el horizonte, un nuevo mundo casi milagroso, donde los milagros no son más que el producto del desarrollo humano.
Todos estos pensadores han dejado de lado una alternativa para alcanzar la certeza, la alternativa del corazón -al modo de Pascal. ¿Puede ser Jesús de Nazaret verdaderamente “Dios”, demostrando con su presencia, su existencia?
El que toma conciencia que Jesús verdaderamente es Dios, no por los milagros sino por la certeza de su palabra, no tiene que ser necesariamente creyente en cosas sobrenaturales sino inteligente, porque la palabra de Cristo es la luz, la verdad y la vida. Porque el amor no puede separarse de Cristo. Y negar el amor, es negarnos a nosotros mismos. No podemos vivir si no estamos acompañados de este sentimiento. El que sabe que Dios es amor, conoce que Cristo es Dios y que estuvo en la Tierra sin que haya ningún milagro de por medio.
Con esto, lo que estoy diciendo, no es que Kant haya estado errado en sus apreciaciones, en cuanto a que es imposible a través del conocimiento racional alcanzar la certeza de estas ideas provenientes de la razón pura, sino que hubo Otro, que con muchísimos años de anticipación, se adelantó a este problema de la razón y quiso, con su presencia física y su palabra (por amor al mundo) demostrar la existencia de lo que a través de la razón especulativa es imposible: la presencia del Amor en el Universo (Dios).
De aquí nace la trascendencia filosófica de Cristo. Su presencia nos muestra cuál es el verdadero Dios antes que nosotros pudiéramos sospecharlo.
Demostrar la existencia de Dios, vale decir, del amor en el universo como un ser en sí mismo, es casi ridículo. No obstante, Cristo lo demuestra con su presencia diciendo: “Yo Soy”. Y “Yo Soy” es el Dios que se aparece a Moisés detrás de una zarza en llamas, como asimismo, es el que hace también que se abran las aguas del milagro, para que por esa puerta estrecha, no solo pueda pasar Moisés junto a su pueblo, sino que nosotros también podamos entrar al Reino de la Inteligencia para que dejemos de una vez el mundo oscuro de los enigmas.