En una de mis tantas escapadas por el mundo, aborde el renfe uno de los mas rapidos y confortables, cuando me quise dar cuenta me habia pasado unas cuantas estaciones de mi destino inicial, ya sin monedas en el bolsillo y considerendo que tenia tiempo para descansar, me recoste sobre el cesped disfrutando de la vista a la Torre.
Es una parada obligatoria para muchos oficinistas de la zona.
Estando en Paris no podia dejar de visitar la Avenida Montaigne y deslumbrarme con las vidrieras de Chanel, Dior y Givenchy.
La elite de Paris queda comprendida entre las Avenidas Montaigne, Georges V y solamente una parte del elegante empedrado de los Campos Elíseos, y para deleite de mis ojos encontre Hermés y Christian Lacroix.
Este paseo fue magico, pero hay mas..........alguien q quiera compartir sus anecdotas de viaje sera bien recibido.