Sí, coincido totalmente. Hay palabras e ideas que son muy difíciles de traducir, pero creo que se puede llegar a expresar algo equivalente. Ahí debe surgir la habilidad del traductor para superar estas barreras. Esto es lo que pasa con la poesía: a veces es imposible mantener la rima y el significado, hay que elegir y siempre algo se pierde.