Thread: Marley and Me (spoilers - beware!)

Tuve la desdicha de ver este película (un screener con una butaca que tapaba la mitad de la pantalla de mi tele), y una muy mala traducción. La verdad que a los 80 minutos de película no ves la hora de que se lo lleven al campo al perro, pobrecito - le hice la cruz cuando despertó al bebé de la siesta. De todas formas, con butaca de por medio y todo, no pude evitar llorar durante el entierro (no tanto por el perro, si no por los chiquitos que se quedan sin su mascota).
Lamentablemente, la peli, por una de esas cosas de la vida, se cortó 15 minutos antes del final. Como no creo que vuelva a verla, alguien me cuenta si el perro resucitó, si se compraron otro perro menos insoportable o si pasa algo importante?
Gracias!

juaaaaaaaaaaaaaaaa, la veo y te cuento vicky!!! jajaja, que buena descripcion!! jajajajaj

Vi la película este fin de semana en DVD. Debo reconocer que fue una sorpresa muy agradable. Esperaba una peliculeta romántica de estas que acostumbra hacer Jennifer Aniston (y no tanto Owen Wilson... por él le tenía fe, de hecho) y terminó siendo mucho más interesante de lo que creía. Quizá el ritmo sea demasiado vertiginoso al principio, y uno puede creer que eso va en detrimento de los intereses del director, pero de alguna manera termina logrando su propósito. Marley es la juventud salvaje de John, es esa fuerza que se resiste al sometimiento del matrimonio, primero, y la familia después pero a la vez se ve tentado por ella. Es un alivio ver que, enfrentado al problema inevitable, tener que deshacerse del perro porque hay chicos en la casa, ninguno de los dos se resigna a hacerlo. ¿Cómo no estar al borde del llanto cuando el perro llega a los últimos años?
Es tal vez la historia más simple que pueda ocurrírsele a alguien, pero la manera de contarla, la anticipación de saber qué va a suceder al final hace que uno ya empiece a morderse el labio media hora antes de que termine la película. Es verdad que la relación del hijo mayor con el perro es lo que a uno termina de destrozarlo. Será quizá una cuestión de consciencia.
Después del entierro hay un pequeño comentario de Owen Wilson sobre la lealtad de los perros y cómo hacen sentir a uno bien con quien uno es y una pregunta simple: ¿cuántos seres humanos tienen esa capacidad?

Coincido plenamente con Gabriel y agrego algo: esta película me llegó al corazón por reflejar con muchísima certeza el vínculo que consolidamos aquellos que, como yo, consideramos que nuestro perro es un miembro más de nuestra familia y nos llena de amor en mucha mayor medida que otros seres humanos. Me saco el sombrero ante esta peli, que veré con mis hijos el día de mañana y que me hizo llorar de emoción y de felicidad por haberme sentido muy, muy reconocida.