1. Si planeas una cita romántica en el cine, empieza a buscar las salas de versión original más cercanas.
Nada de películas dobladas, a menos que te parezca divertido y **** escuchar cada cinco minutos comentarios como: “Eso no tiene sentido”, “eso seguro que es un fallo del traductor”, “¿Pero es que contrataron a un mono oligofrénico para traducir esto?”, etc.
2. La clave es la flexibilidad.
Si tu traductor es autónomo, sus horarios serán caóticos. A un traductor no le parecen tan raros porque es a lo que está acostumbrado. A veces es difícil explicar que durante el fin de semana te toca trabajar porque te han encargado la traducción de un documento
3. Si la flexibilidad no es problema, quizás este sea el momento de comentar que tampoco viene mal tener paciencia.
Básicamente nos quejamos y somos un poco agonías. Ahora me diréis que soy una exagerada y que la que me quejo soy yo. Es decir, me quejo en los picos altos de trabajo, cuando no tengo tiempo ni para dormir o ducharme. Me quejo porque acabo agotada y no paro de decir que no me importaría vivir con menos dinero si tuviera más tiempo personal.
4. Las frases para ligar pueden ser trampas asesinas, aconsejo extremo cuidado.
Escribir un piropo en el muro de Facebook de un traductor puede suponer el final de una bonita historia de amor si no se hace con un mínimo de cuidado (y pasando el corrector).
5. Si no te caen bien las personas con un cierto nivel friki, quizás deberías dejar de leer esta entrada.
Somos un colectivo cada vez más numeroso, por lo que hay de todo, pero por lo que leo en los blogs y en las redes sociales, somos personas curiosas. Nos interesan muchas cosas y queremos saber un poco de todo (y mucho de algunos temas).