¡Qué historia emblemática la del "cero" de nuestros días!
La comparto. La mayoría de las referencias indica que fue introducido en Europa por el matemático italiano Fibonacci en el siglo XII, que estudió el álgebra árabe. No obstante, la facilidad del "cero" no fue bien vista por las autoridades eclesiásticas, que lo tildaron de mágico y demoníaco. La Iglesia y la casta de los calculadores profesionales (clérigos en su mayoría) se opusieron frontalmente y vetaron la nueva álgebra, en algunos lugares, hasta el siglo XV.