3.2.1. Demostrativos. Los demostrativos
este, ese y
aquel, con sus femeninos y plurales, pueden ser pronombres (cuando ejercen funciones propias del sustantivo):
Eligió este; Ese ganará; Quiero dos de aquellas; o adjetivos (cuando modifican al sustantivo):
Esas actitudes nos preocupan; El jarrón este siempre está estorbando. Sea cual sea la función que desempeñen,
los demostrativos siempre son tónicos y pertenecen, por su forma, al grupo de palabras que deben escribirse sin tilde según las reglas de acentuación: todos, salvo
aquel, son palabras llanas terminadas en vocal o en
-s (→</SPAN>
1.1.2) y
aquel es aguda acabada en
-l (→</SPAN>
1.1.1).
Por lo tanto, solo cuando en una oración exista riesgo de ambigüedad porque el demostrativo pueda interpretarse en una u otra de las funciones antes señaladas, el demostrativo llevará obligatoriamente tilde en su uso pronominal. Así, en una oración como la del ejemplo siguiente, únicamente la presencia o ausencia de la tilde en el demostrativo permite interpretar correctamente el enunciado:
¿Por qué compraron aquéllos libros usados? (
aquéllos es el sujeto de la oración);
¿Por qué compraron aquellos libros usados? (el sujeto de esta oración no está expreso, y
aquellos acompaña al sustantivo
libros). Las formas neutras de los demostrativos, es decir, las palabras
esto, eso y
aquello, que solo pueden funcionar como pronombres, se escriben siempre sin tilde:
Eso no es cierto; No entiendo esto.