Los diccionarios y la Academia dan recomendaciones. En el habla cotidiana pasan tantas cosas con esa -p- que no se puede prohibir nada, sino proponer el mejor uso.
Los diccionarios y la Academia dan recomendaciones. En el habla cotidiana pasan tantas cosas con esa -p- que no se puede prohibir nada, sino proponer el mejor uso.
La lengua es algo vivo, que muta constantemente. Lo que hoy se dice de una manera, hae tiempo se decía de otra y seguramente dentro de varios años se dirá de otra forma diferente. Las reglas de la Academia y los diccionarios solo se actualizan para aceptar esos cambios. Es natural y hasta deseable que así sea.
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