Hola, cómo puedo entender esta expresión; the rush to go hard
Hola, cómo puedo entender esta expresión; the rush to go hard
En el contexto del artículo de Vanity Fair (sin contexto es imposible proponer una traducción), yo pondría por subtítulo algo similar a "La carrera para formarse callo", o cualquier combinación donde la primera parte (The Rush) se refiere a apresuramientos, carreras, corridas, apuros o a arremetidas, inmersiones, y la segunda (to "Go Hard") se refiere a endurecerse, inmunizarse, alejarse emocionalmente, o más coloquialmente, formar callo, foguearse, curtirse el cuero (sin intención picaresca).
Hola, gracias por tu comentario. Hay algo que no me queda muy claro, inicialmente lo había traducido como la prisa por endurecerse, y depsués opté por la prisa por defendernos, ya que la seesión comienza con los preparativos que la residencia del Times en Irak empezó a implemntar para hacerlo un lugar más seguro. Pero tu comentario me ha hecho dudar nuevamente.
With Sachs gone, Burns began a campaign to improve the bureau’s security measures. His work over the previous decades had given him an intimate understanding of war zones and authoritarian regimes. In 1986, while serving as the Times’s Beijing bureau chief, he was arrested by the Chinese government on suspicion of espionage. Seven years later, he won a Pulitzer for his work detailing the massacres in the Bosnian war; four years after that, he won a second Pulitzer, for his coverage of Afghanistan under the Taliban. “The word that was used at the time was ‘going hard.’ We had to go hard,” Burns recalled. A handful of reporters at other papers argued vociferously that Burns risked erasing the line between journalists and the country’s occupying forces—an argument that had particular resonance because of the Times’s reputation for being overly cozy with administration sources. Burns would have none of it: “By living quietly and not protecting ourselves we weren’t going to persuade [the insurgents], all of a sudden, of the virtues of the First Amendment to the United States Constitution.
Cuando Sachs se fue, Burns comenzó una campaña para mejorar las medidas de seguridad de la Oficina. Su labor a lo largo de las décadas anteriores le había otorgado una comprensión íntima de las zonas de guerra y los regímenes autoritarios. En 1986, mientras que fungía como el Jefe de la Oficina del Times en Beijing, fue detenido por el gobierno chino bajo sospecha de espionaje. Siete años después, ganó un premio Pulitzer por su trabajo, el cual detallaba las matanzas en la guerra de Bosnia y, cuatro años más tarde, ganó un segundo Pulitzer por su cobertura de Afganistán bajo el régimen de los talibanes. "La palabra que se utilizó en ese momento fue “defenderse”. "Tuvimos que defendernos", recordó Burns. Un puñado de reporteros en otros periódicos argumentaron de forma vociferante que Burns corría el riesgo de borrar la línea entre los periodistas y las fuerzas de ocupación, un argumento que tuvo especial resonancia debido a la reputación del Times de ser demasiado benévolo con las fuentes de la administración. Burns no tendría nada de esto: "Al vivir tranquilamente y al no protegernos no vamos a persuadir a [los insurgentes], súbitamente, de las virtudes de la Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos.
Tienes razón. Leí apresuradamente el artículo y asocié la frase con la experiencia anterior y la personalidad de Burns. Mil disculpas
Continúo opinando que "prisas" no sería lo más adecuado. Como ejemplos extremos tienes "fiebre del oro" (gold rush) "carrera armamentista" (arms race). "Fiebre" no es la palabra aquí porque quizás no haya nada irracional ni mucho menos aleatorio en eso de incrementar la seguridad. No encuentro la palabra "perfecta", pero pienso que el castellano no se vale de la noción de apuros y prisas cuando esas "prisas" constituyen el objetivo o son la esencia de una actividad o proceso.
Con respecto a 'go hard', encomillado, me transmite la idea de "hacerse al oficio y pertrecharse" cuando se habla de la guerra, la seguridad, la lucha, y la violencia, y "criar/hacerse callos" cuando se trata de templarse ante la violencia y el sufrimiento. Quizá se pueda buscar una forma indirecta, y en lugar de endurecerse, usar "hacerse duros" -muy parecido- o "hacerse al frente" -que transmite bastante bien la idea aunque ya no hay "frentes" en la guerra-. Quizá "hacerse a las tricheras" transmita mejor la idea, pues el sentido es el de foguearse -más específico que endurecerse para este caso- y a la vez en el de acostumbrarse a las maneras de la guerra.
Espero que esto te ayude de algún modo. Preferí ponerlo a modo de pensamientos para que puedas seleccionar lo que te sea de utilidad.
Otros detalles, si no lo tomas a mal:
"un puñado .... argumentó" o "unos pocos reporteros ... argumentaron" (mejor el segundo)
"argumentaron a voz en cuello" (en castellano es más como que se argumenta o se vocifera)
"demasiado benévolo con sus fuentes en la administración"
"no vamos a persuadir [a los insurgentes], súbitamente, sobre las virtudes de la Primera Enmienda"
La prisa por “hacerse de una coraza”
Cuando Sachs se fue, Burns comenzó una campaña para mejorar las medidas de seguridad de la Oficina. Su experiencia de décadas como corresponsal de guerra le había permitido comprender de manera íntima las zonas de guerra y los regímenes autoritarios. En 1986, mientras que fungía como el Jefe de la Oficina del Times en Beijing, fue detenido por el gobierno chino bajo sospecha de espionaje. Siete años después, ganó un premio Pulitzer por su trabajo, el cual detallaba las matanzas en la guerra de Bosnia y, cuatro años más tarde, ganó un segundo Pulitzer por la cobertura que realizo de la situación de Afganistán bajo el régimen de los talibanes. "La palabra que se utilizó en ese momento fue “hacerse de una coraza”. "Tuvimos que templarnos ante la guerra, hacernos de una coraza", recordó Burns. Unos pocos reporteros de otros periódicos vociferaron que Burns corría el riesgo de borrar la línea entre el papel del periodista y las fuerzas de la ocupación, un argumento que tuvo especial resonancia debido a la reputación del Times de ser demasiado benévolo con aquellas fuentes de información procedentes de la administración. Burns no quiso saber nada del asunto: "Al vivir tranquilamente y al no protegernos no vamos a persuadir a [los insurgentes], súbitamente, sobre las virtudes de la Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos. Llegué a la conclusión de que teníamos que hacer cambios muy radicales.”[1] Recomendó el poner el tipo de paredes de concreto anti explosiones que protegen a las bases militares y a las embajadas de todo el mundo y el contratar a un contingente completo de guardias armados.
[1] “John F. Burns, uno de los periodistas empotrados del New York Times, ha cimbrado el mundo del periodismo norteamericano, al denunciar en uno de sus recientes trabajos, la complacencia de muchos corresponsales con el régimen de Sadam, con el fin de no ser expulsados de Irak o para librarse de peligros excesivos.
Esta acusación coincide con aquella proferida por Christiane Amanpour, una de las estrellas de la cadena CNN. La jefa de corresponsales ha acusado a la cadena de complacencia informativa con la política de la Casa Blanca con el propósito de justificar la guerra. Esta situación ha sido el resultado de la presión política y de la carrera por ganar un mayor nivel de audiencia frente al canal Fox News, de tendencia conservadora y propiedad del magnate de Rupert Murdoch, el cual le ha arrebatado el liderazgo en los rankings a la primera televisión en transmitir noticias las 24 horas.
Burns denuncia que algunos periodistas sobornaban al famoso Ministro de Información o a sus colaboradores más cercanos para conseguir información o para vivir tranquilos en Bagdad.
El periodista también cuenta como su Diario le avisó en varias ocasiones de los bombardeos y ataques norteamericanos contra objetivos militares o civiles como el Hotel Palestina, donde murió el camarógrafo de Tele 5, José Couso.
Ann Garrels en su libro de reciente publicación, titulado Desnuda en Bagdad, hace eco de los conflictos de intereses que suelen enturbiar la verdad. Garrels es una de las corresponsales norteamericanas más respetadas y cuando ocurrió la invasión de Irak, ella cubrió el evento para la National Public Radio (NPR). En Desnuda en Bagdad, la autora denuncia el despliegue y la apuesta informativa de las grandes cadenas. Asimismo censura a la CNN por haber intentado todo tipo de argucias para permanecer en Bagdad y acusa al corresponsal estrella de Fox News, Geraldo Rivera, de montar un circo en Afganistán. De acuerdo a Garrels, Rivera se hizo acompañar de guardaespaldas armados y se sitúo a sí mismo en el filo de navaja entre el periodismo y la participación activa en la guerra.
Garrels también revive las acusaciones contra la estrella de CBS, Dan Rather, por la famosa entrevista a Sadam Hussein. Dan Rather entrevistó al tirano `como si fuera el Primer Ministro de Bélgica´.
Las denuncias de estos corresponsales atizan el debate sobre los límites de la información y las presiones que se tienen que sortear cuando es tiempo de guerra y el periodista se enfrenta a regímenes dictatoriales. Su testimonio reafirma que la cobertura de la invasión estuvo llena de mentiras.
Las víctimas, -además de los muertos, los heridos, los refugiados y el futuro de muchos-, son el público, la verdad y el periodismo.
Más cobertura no es más información y pese al experimento de los empotrados, la verdad es más escurridiza. La presión de las audiencias y la propia competencia no siempre benefician a la información.”
Referencia: Esta información se encuentra contenida en el artículo titulado “Atrapados por el terror”, escrito por Juna Varela, y publicado en el blog Periodistas 21, el 18 de septiembre del 2008.
El blog Periodistas 21, es un foro dedicado al periodismo y a los medios de comunicación, creado por Juan Varela, periodista y consultor de medios.
http://periodistas21.blogspot.com/2003/09/atrapados-por-el-terror-john-f.html
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